Cada día de la Creación, Dios mismo declara que lo que había hecho era "bueno" y, tras culminar su obra, descansa el séptimo día. La Creación establece la manifestación de la Soberanía y Gloria de Dios. Además podemos entender que el propósito principal era de Dios era tener una relación cercana con la humanidad. Desde el Edén, Dios asigna a Adán y Eva la responsabilidad de cuidar la tierra.
Génesis 1:27 – "Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó."
En el segundo capítulo encontramos un relato más detallado de la creación del hombre y la mujer, situándolos en el Jardín del Edén, donde se les da libertad para comer de todos los árboles, excepto del árbol del conocimiento del bien y del mal. El hombre, formado del polvo, recibe vida a través del aliento de Dios, y la mujer es creada de su costado para ser su compañera. Este capítulo enfatiza la relación íntima entre Dios y la humanidad, como diseño Divino de la vida humana en perfecta armonía con la creación. A través de estos capítulos, vemos la revelación del amor de Dios, su diseño para la vida y el orden perfecto del mundo antes del pecado.
Génesis 3:6 – "Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos... y comió, y dio también a su marido."
En los capítulos 3 y 4, se narra la entrada del pecado en el mundo y sus consecuencias. La serpiente engaña a Eva, quien junto a Adán desobedecen a Dios al comer del árbol del conocimiento del bien y del mal. Esto provoca la caída de la humanidad, trayendo vergüenza, separación de Dios, y la maldición sobre la tierra. Dios pronuncia juicios sobre la serpiente, la mujer y el hombre, pero también promete la futura redención a través de la "simiente de la mujer" (Génesis 3:15). En otras palabras, nos dice que la primera pareja de seres humanos desobedece el mandato dado por Dios, y caen ante la tentación de la serpiente (adversario de la Humanidad) resultando en la caída del hombre y la entrada del pecado en el mundo. Este evento transforma la relación entre Dios y la humanidad, estableciendo la necesidad de redención.
Génesis 3:15 – "Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; esta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar."
Luego, Adán y Eva tienen dos hijos, Caín y Abel, pero Caín, celoso de su hermano, lo mata, lo que refleja la rápida propagación del pecado en la humanidad. Caín y Abel presentan ofrendas a Dios, pero Abel ofrece lo mejor de su rebaño, "los primogénitos y lo más gordo”, mientras que Caín ofrece frutos de la tierra. Dios acepta la ofrenda de Abel, pero rechaza la de Caín. Dios confronta a Caín tras rechazar su ofrenda y le advierte que el pecado "está a la puerta" y que debe dominarlo (Génesis 4:7). Sin embargo, Caín no escucha la advertencia y, en un acto de celos y resentimiento, invita a Abel al campo y lo mata. Este es el primer asesinato registrado en la Biblia y un signo del rápido deterioro moral causado por el pecado. No se explica directamente por qué, pero la tradición teológica sugiere que la diferencia no radica solo en los elementos ofrecidos, sino en la actitud del corazón. Abel ofreció lo mejor con fe (Hebreos 11:4).
Génesis 9:11 – "Estableceré mi pacto con vosotros, y no será exterminada ya más toda carne por aguas de diluvio, ni habrá más diluvio para destruir la tierra."
En este capítulo también menciona el linaje de Caín y el inicio de la civilización. Vemos como el mal comienza a propagarse en la primera familia humana, como hemos leido especialmente a través de la historia de Caín y Abel. También la genealogía de Adán a través de su hijo Set, mostrando la longevidad de los primeros hombres y la esperanza de la humanidad en medio del pecado, concluyendo con la mención de Enoc, quien "caminó con Dios" y fue llevado al cielo sin ver la muerte. A medida que avanza el relato, vemos cómo el pecado se multiplica y la corrupción que conduce a un juicio de Dios, el diluvio. Sin embargo, Noé encuentra gracia ante los ojos de Dios y es elegido para preservar la vida en la tierra. El pecado de la humanidad provoca el juicio de Dios mediante el diluvio, del cual solo Noé y su familia se salvan. Después del diluvio, Dios establece un pacto con Noé, prometiendo no volver a destruir la tierra de esa manera. La humanidad se expande nuevamente, pero cae en el orgullo en la Torre de Babel, lo que lleva a la dispersión de las naciones. La genealogía que sigue muestra la expansión de la humanidad y la diversidad de naciones, destacando la soberanía de Dios en la historia.
Génesis 12:3 – "Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra."
Génesis 22:17-18 – "De cierto te bendeciré... en tu simiente serán bendecidas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz."
Génesis 28:14-15 – "Tu descendencia será como el polvo de la tierra... y en ti y en tu simiente serán benditas todas las familias de la tierra."
Dios elije a Abram (Abraham), prometiéndole descendencia y la tierra de Canaán. A través de Isaac, su hijo milagroso, y luego de Jacob (también conocido como Israel), se desarrolla el linaje del pueblo elegido. Jacob tiene doce hijos, uno de los cuales, José, es vendido como esclavo por sus hermanos, pero asciende a tener una posición de poder en Egipto. Durante una gran hambruna, José salva a su familia al invitarlos a vivir en Egipto, donde el linaje de Israel se preserva. Al final del libro, la familia de Jacob se establece en Egipto, preparando el escenario para los eventos del Éxodo, mientras se mantiene la esperanza del cumplimiento de las promesas de Dios.
La narrativa de José, es importante, este fue vendido por sus hermanos y finalmente se convierte en primer ministro de Egipto, ilustra la soberanía de Dios en medio del sufrimiento. A través de las dificultades, José se mantiene fiel y perdona a sus hermanos, mostrando que las malas intenciones de los hombres pueden ser transformadas por Dios para un bien mayor. La historia culmina con la reunificación de la familia de Jacob en Egipto, donde se establecen las bases para el futuro de la nación de Israel.
Génesis 49:10 – "No será quitado el cetro de Judá... hasta que venga Siloh; y a él se congregarán los pueblos."
El Génesis termina con la muerte de Jacob y la reconciliación final entre José y sus hermanos, destacando la temática del perdón y la redención. Este libro no solo narra el origen del mundo y de la humanidad, sino que también establece los fundamentos de la relación entre Dios y Su pueblo, invitándonos a confiar en Su plan y en Su fidelidad a lo largo de las generaciones. No te dejes engañar...
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...Gracia y Paz a todos, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. Hermana Nm. Díaz - Ministerio Pura Gracia (MPG)
Ministerio Pura Gracia (MPG)
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